Seis familias que forman parte de la tribu Hmong en el noroeste de Vietnam se han convertido al cristianismo y actualmente se encuentran acosadas por los aldeanos y las autoridades locales.
Aproximadamente 25 personas, fueron las primeras en el pueblo en apartarse de su tribu. En la doctrina del animismo, se cree que los animales, las plantas, los fenómenos e incluso los objetos tienen espíritu.
Al apartarse de sus creencias, los nuevos conversos se enfrentan a graves consecuencias por haber tomado este paso de fe. Familiares y vecinos se llevaron sus cosechas de arroz y maíz, bloquearon el suministro de agua a las fincas y confiscaron las cosechas de las familias.
Las autoridades locales también recortaron toda la asistencia social y los subsidios que las familias recibían del gobierno.
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Hace unos meses atras la madre de Toan, uno de los cristianos, que partió de este mundo. Sus primos y los aldeanos intentaron obligarlo a tener un funeral según las costumbres tribales, que incluían rituales y sacrificios.
Pero Toan se negó a hacerlo. Luego de unos días, los aldeanos lo obligaron a él y a su familia a negar su fe en Cristo. Cuando afirmaron que continuarían creyendo en Jesús, el cristiano fue atacado y destruyeron su casa y todas sus pertenencias fueron dañadas. La familia de Toan tuvo que mudarse de la aldea y ahora se está quedando temporalmente con un amigo cristiano.
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Debido a lo que sucedió y la pandemia en curso, Toan no puede encontrar trabajo y está luchando económicamente incluso para comprar comida. A pesar de todas estas dificultades, tanto Toan como otros cristianos permanecen firmes en su fe y se niegan a renunciar a Cristo.
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