EE.UU.- El pastor Jack Coultas de Park Grove Christian Church, fue usado por Dios para salvarle la vida del miembro de su iglesia, Jeremy Whitham de 36 años, al donar uno de sus riñones.
Jeremy nació con autismo, pero es independiente y vive solo. En el año 2017 descubrió que sus riñones estaban fallando cuando se despertó ciego un día. Pese a la dificultad pudo llamar a sus padres y solicito su ayuda, comunico el reconocido sitio Fox News.
Los padres de Jeremy lo llevaron rápidamente a la sala de emergencias y los médicos descubrieron que su presión arterial estaba muy alta y que sus riñones estaban fallando debido a la diabetes. Según la madre, Connie Whitham, Jeremy nació con hipoglucemia y se tuvo que extirpar la mayor parte del páncreas a la edad de 1 año.
Luego de esperar varios días en el hospital, recuperó la vista y tuvo que someterse a diálisis durante los siguientes dos años mientras clamaba a Dios por un donante de riñón. «He esperado y orado durante mucho tiempo para conseguir uno, porque no me gusta vivir así», recalcó Jeremy.
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La madre de Jeremy afirmo que la familia fue en busca de un donante compatible entre amigos y familiares. Ella y su esposo compartieron su necesidad en su congregación. El pastor de la iglesia, Jack Coultas, de 35 años, también quiso ayudar y se hizo la prueba de compatibilidad.
«Sentí que Dios me había dado la oportunidad de compartir con él algo que yo tenía y que Jeremy necesitaba desesperadamente. A través de la oración y hablando con mi esposa, sentí que era lo correcto y responsable de hacer como cristiano», testificó el pastor.
El ministro de la iglesia fue probado para ser el donante y el resultado fue positivo. Hace un año, los médicos del Saint Luke’s Hospital de Kansas City realizaron con éxito el trasplante.
Actualmente, la salud de Jeremy está mucho mejor y muestra su agradecimiento por la donación de su pastor. «Su riñón encajaba perfectamente con el mío. Siento que es una muy buena bendición de Dios. Estoy muy, muy agradecido por todo», declaró.
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Conforme al relato de Connie, si el pastor Jack no hubiera donado su riñón, su hijo podría no vivir mucho. «Estamos muy agradecidos con Jack, estamos muy agradecidos primero con Dios», expresó la madre. Para Jack Coultas, su actitud no está relacionada con ser el pastor de Jeremy, sino como un hermano en la fe.
«No creo que haya nada especial en hacer eso. Creo que es parte de la responsabilidad cristiana básica y el deber de amar, no solo dar palmaditas en la espalda a la gente, sino dar un paso adelante y hacer algo para marcar la diferencia», concluyó el pastor.
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