Hace unos días el gobierno chino ordenó a los hospitales de la región de Xinjiang, que abortaran a todos los bebés nacidos por encima del deseo familiar, incluidos los recién nacidos.
Hasiyet Abdulla, un obstetra que trabajó en varios hospitales de Xinjiang en el noroeste de China, afirmo a Radio Free Asia (RFA) que los hospitales de maternidad han implementado estrictas políticas de planificación familiar diseñadas para restringir Uigures y otras minorías étnicas y religiosas a tres hijos.
Aseguro que las mujeres que no esperaban quedar embarazadas se podrían hacer abortos en los hospitales. También, los dispositivos intrauterinos se implantarían después de los embarazos.
“Cada hospital tenía una unidad de planificación familiar que se encargaba de implementar el control (quién tenía la cantidad hijos, cuándo dieron a luz, etc.), ellos monitorean todo eso”, comento, de acuerdo a la publicación de Christian Post.
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“Las regulaciones eran muy duras: tenía que haber tres o cuatro años entre el nacimiento de los niños. Hubo bebés que nacieron a los nueve meses, a los quitaban del vientre haciendole partir de este mundo. Eso lo hicieron en las maternidades, porque esas eran las órdenes”, reveló el obstetra.
Los bebés que llegaron al mundo en el hospital fuera de los los deseos familiares tampoco eran seguros, comentó, y agregó que los médicos «los matarían y eliminarían el cuerpo».
“Esto es producto a una orden que dio el gobierno, es una orden que se imprimió y distribuyó en documentos oficiales. Los hospitales son multados por no cumplir, así que claro que lo hacen”, subrayó.
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