Salmos 37 Reina-Valera 1960 – El camino de los malos
No te impacientes a causa de los malignos, Ni tengas envidia de los que hacen iniquidad.
Porque como hierba serán pronto cortados, Y como la hierba verde se secarán.
Confía en Jehová, y haz el bien; Y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad.
Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón.
Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará.
– Ad –
Exhibirá tu justicia como la luz, Y tu derecho como el mediodía.
Guarda silencio ante Jehová, y espera en él. No te alteres con motivo del que prospera en su camino,
Por el hombre que hace maldades. Deja la ira, y desecha el enojo;
No te excites en manera alguna a hacer lo malo. Porque los malignos serán destruidos,
Pero los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra. Pues de aquí a poco no existirá el malo;
Observarás su lugar, y no estará allí. Pero los mansos heredarán la tierra,
Y se recrearán con abundancia de paz. Maquina el impío contra el justo,
Y cruje contra él sus dientes; El Señor se reirá de él;
Porque ve que viene su día. Los impíos desenvainan espada y entesan su arco,
Para derribar al pobre y al menesteroso, Para matar a los de recto proceder.
Su espada entrará en su mismo corazón, Y su arco será quebrado.
Mejor es lo poco del justo, Que las riquezas de muchos pecadores.
Porque los brazos de los impíos serán quebrados; Mas el que sostiene a los justos es Jehová.
Conoce Jehová los días de los perfectos, Y la heredad de ellos será para siempre.
No serán avergonzados en el mal tiempo, Y en los días de hambre serán saciados.
Mas los impíos perecerán, Y los enemigos de Jehová como la grasa de los carneros
Serán consumidos; se disiparán como el humo. El impío toma prestado, y no paga;
Mas el justo tiene misericordia, y da. Porque los benditos de él heredarán la tierra;
Y los malditos de él serán destruidos. Por Jehová son ordenados los pasos del hombre,
Y él aprueba su camino. Cuando el hombre cayere, no quedará postrado,
Porque Jehová sostiene su mano. Joven fui, y he envejecido,
Y no he visto justo desamparado, Ni su descendencia que mendigue pan.
En todo tiempo tiene misericordia, y presta; Y su descendencia es para bendición.
Apártate del mal, y haz el bien, Y vivirás para siempre.
Porque Jehová ama la rectitud, Y no desampara a sus santos.
Para siempre serán guardados; Mas la descendencia de los impíos será destruida.
Los justos heredarán la tierra, Y vivirán para siempre sobre ella.
La boca del justo habla sabiduría, Y su lengua habla justicia.
La ley de su Dios está en su corazón; Por tanto, sus pies no resbalarán.
Acecha el impío al justo, Y procura matarlo.
Jehová no lo dejará en sus manos, Ni lo condenará cuando le juzgaren.
Espera en Jehová, y guarda su camino, Y él te exaltará para heredar la tierra;
Cuando sean destruidos los pecadores, lo verás. Vi yo al impío sumamente enaltecido,
Y que se extendía como laurel verde. Pero él pasó, y he aquí ya no estaba;
Lo busqué, y no fue hallado. Considera al íntegro, y mira al justo;
Porque hay un final dichoso para el hombre de paz. Mas los transgresores serán todos a una destruidos;
La posteridad de los impíos será extinguida. Pero la salvación de los justos es de Jehová,
Y él es su fortaleza en el tiempo de la angustia. Jehová los ayudará y los librará;
Los libertará de los impíos, y los salvará, Por cuanto en él esperaron.
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